Es importante saber:
-Esta receta está basada en muchas otras que hay para hacer dulces fritos. He preparado una “masa mezcla” entre la de los buñuelos, la de las rosquillas de miel, y las de vino y la he dado forma de tiras. Yo creo que el resultado es muy bueno, ya me lo diréis.
-No es conveniente amasar la masa para que no se vuelva ni elástica, ni correosa y no se endurezca, es mejor trabajarla lo menos posible, por eso le doy forma con el film de plástico.
-Al freír suben y se esponjan, para que no se doren rápido y queden crudos por dentro, el aceite no debe estar muy caliente, prueba friendo uno, sácalo y pártelo, si no te ha quedado crudo en el interior y esta doradito, el aceite está perfecto.
-Mientras se hace la masa al fuego no dejes de remover para que no se queme y quede bien compacta.
-Puedes espolvorearlos con una mezcla de azúcar normal y canela en lugar de azúcar glas.
-Córtalos en la forma que mas te guste, yo los he cortado en tiras porque me parece más rápido y sencillo, pero puedes hacer medias lunas, estrellas, cuadraditos, triángulos…
-Con estas cantidades te saldrán unas 40 tiras y unos 12 de chocolate.
Ingredientes para cuatro personas
200 gr. de harina.
1 huevo entero y 2 yemas.
50 gr. de mantequilla.
200 gr. de miel.
2 vasos de agua.
½ vaso de vino dulce.
Un trozo de canela en rama.
Una pizca de sal.
1 cucharadita de levadura en polvo.
Aceite para freír.
1 cucharada de anís en grano.
25gr. de azúcar glass para decorar.
Modo de cocinar
Vierte en un cazo el vino dulce con la canela y cuécelo hasta que se reduzca a unas 2-3 cucharadas. Cuélalo y resérvalo.
Pon a fuego medio una cacerola grande con 2 vasos de agua, la miel, la mantequilla y una pizca de sal.
Cuando rompa a hervir retira del fuego e incorpora la harina tamizada.
Mezcla durante unos segundos con una cuchara de madera y vuelve a poner la cacerola al fuego.
Mantenla durante uno 10 minutos y removiendo continuamente a fuego suave para que se haga la masa.
Cuando tengas una masa compacta que se separa de las paredes retírala y deja que se temple.
Espolvorea la levadura, echa el huevo y mezcla hasta que este perfectamente incorporado, repite la misma operación con las dos yemas.
Vierte sobre la masa la reducción de vino.
Mézclalo y cuando la masa este homogénea deja que repose 30 minutos.
Para que la masa no “pierda” su consistencia, quede toda del mismo grosor y sea mas fácil cortarla, ponla sobre una lamina de film trasparente, extiéndela con las manos.
Ayudándote con el plástico dale forma rectangular.
Cuando este aproximadamente con un grosor de medio centímetro, retírala del plástico y ponla en una superficie ligeramente enharinada.
Córtala con un cuchillo en tiras largas de un poco más de un centímetro de ancho y divídela luego en tiras más pequeñas.
Calienta abundante aceite en una sartén y fríe a fuego suave el anís en grano.
Cuélalo y vuelve a poner al fuego, cuando este caliente pero no demasiado, echa en el aceite unas cuantas tiras, no pongas demasiadas para que no se enfríe el aceite y para que puedas manejarlas con facilidad.
Cuando estén doradas dales la vuelta y fríelas por la otra cara.
Según las vas sacando ponlas sobre papel de cocina para que escurra el exceso de aceite.
Cuando estén todas, colócalas en una fuente o en platos individuales y espolvoréalas con azúcar glas.
Yo siempre dejo un poco de masa y la mezclo con 2 ó 3 cucharadas de cacao en polvo, la corto en círculos y los frío al final para que no me ensucien el aceite.